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Con desechos electrónicos elabora aparatos auditivos

Por: Manuel Bernal Saucedo

Apatzingán Mich., 17 Abril 2020.- A raíz de mi discapacidad auditiva desde que tenía 21 años de edad, ahora tengo 78 años, me empujó con algo de conocimientos que tenía en la electrónica, a desarrollar un aparato como pude: hice tres prototipos, primero envueltos en pedazos de chasis de radios obtenidos del basurero electrónico y con la ayuda de algunos maestros que tenía, como Mario Delgado, un gran maestro en electrónica que es Chacón Báez y Samuel Baez, así como otras personas que estaban adentrados en esa materia, me ayudaron a desarrollar en parte el aparato”.
Ello fue narrado por José Luis Ávalos Borrayo, quien al parecer en esta ciudad y la región es el único que se dedica a la reparación y en ocasiones hasta construcción de auxiliares o aparatos auditivos, habiendo recibido fuerte impulso en su momento en que fue enviado a una institución en donde aprendió a disminuir los componentes, ya que en la actualidad un aparato común y corriente con la tecnología cuenta con un promedio de sesenta componentes y la reducción que hace es de solo catorce componentes que fue el aparato que le abrió las puertas para poder conocer el mundo de la electrónica biológica tras haber acudido a muchos laboratorios en México, Guadalajara y Morelia, pero siempre hay egoísmo de otras personas, no hay el afán de servir al prójimo, sino de lucrar y es lo que nos tiene atrasados, porque solo vemos el signo de pesos.
Entrevistado en su domicilio particular de la colonia 18 de Marzo, en donde tiene un pequeño laboratorio para la reparación y construcción de aparatos auditivos, José Luis Ávalos agregó que gracias a personas como la doctora Beatriz Barragán que le enseñó a manejar varios aparatos pudo desarrollar las prótesis para sus más de mil quinientos pacientes que tiene en toda la región, desde La Huacana hasta Coalcomán que les elabora a precios económicos y del mismo basurero electrónico consigue partes de televisores, radios, micrófonos y otros aparatos ya descompuestos, pero mis proyectos quedaron en pañales porque por el egoísmo, envidias y otros conceptos no hubo quienes brindaran el apoyo necesario para seguir adelante y solo se hace lo que se puede aprovechando esos materiales de desecho.