Mar. Abr 23rd, 2024

Apatzingán, un ejemplo de tenacidad

Escribe: Javier Lozano

    Por azares del destino tuve la dicha de ser moreliano; sin embargo, de igual forma, por poco nací en la ciudad de Apatzingán, que siempre la he adoptado como mi segunda tierra natal. Desde chico recorrí prácticamente todos sus rincones en el que la gente, suele tener momentos de esparcimiento; debido a eso, mantuve una cercanía con el entorno sociopolítico por cuestiones de genética familiar; ese clima, generó en mi persona, un conocimiento de muchos actores que cumplieron su etapa como presidentes municipales. Debo decirlo con mucha franqueza que, muchos estuvieron a la altura de las exigencias del colectivo, asimismo, de los desafíos por transformar al valle de tierra caliente— en el lugar histórico que le pertenece por su riqueza histórica y cultural. A pesar de ello, hay un rostro que especial ha llamado poderosamente la atención: José Luis Cruz Lucatero.
Eso, ha favorecido un elemento que, hasta el momento, podemos evaluar como muy eficiente. Y, es que, el presidente, no solo ha tenido una estabilidad administrativa importantísima, sino, sus funciones básicas las cumple con una fuerza que hemos canalizado como inagotable. Quizá aquí es medular subrayar que, en términos políticos, se convirtió en uno de los alcaldes más productivos; esa capacidad, debe ser objeto para resaltar. Ante esas crecientes demandas, y sobre todo, el esfuerzo que ha canalizado al combate del Covid-19, han manifestado estar a la altura de los grandes retos. Dado que, en mi criterio, no me sorprende en lo más mínimo ese trabajo; por muchos años mi padre José Javier Lozano Solís, abordó los atributos sobrenaturales y el liderazgo de un personaje que, por años, se ha mantenido tenaz en el ejercicio público.
De la misma forma, he recolectado demasiados hechos anecdóticos de un personaje que por años, ha defendido un estilo fiel: estar de cerca con todos los sectores sociales donde se requiere insoslayablemente una intervención. Con base en esos principios, José Luis Cruz Lucatero, tuvo que recorrer un amplió camino. Gracias a ese profundo bagaje, pude identificar el potencial que ha fortalecido, y los más importante, le ha cambiado el rostro a la ciudad de Apatzingán. Esas cualidades, hoy por hoy, representan acciones que se manifiestan inclusive, en un esquema integral que influye directamente en el desenvolvimiento cultural, económico y social. Para no irnos tan lejos, algunos inversionistas le han dado la confianza a fin de concretar un centro comercial que, para muchos, que por años vivimos allá, era necesario, sobre todo, hacia tener una identidad de convivencia, pero lo más medular: la creación directa de fuentes de empleo que generará estabilidad en muchas familias que serán beneficiadas. Por ello, la construcción de un corredor que albergará salas de cine, constituye una de las obras de más envergadura; eso, evidentemente, aumentó la certeza a que el mandatario municipal, logre mejores proyectos.
Asimismo, se ha solventado varios compromisos en temas sustanciales, como, promover la cultura; al igual, se ha lanzado un proyecto de pavimentación que busca abarcar los más que se pueda, la rehabilitación de algunos caminos, sobre todo, para el acceso a las comunidades de la periferia de Apatzingán. Sin necesidad de ningún endeudamiento, el presidente municipal, rompió las barreras, y salió constantemente a la Ciudad de México; caso similar, se impuso con frecuencia en la capital del Estado, en el que, persistentemente, suele estar al pendiente a fin de atender las necesidades y carencias que están plasmadas como pieza fundamental de su agenda administrativa.
A eso, se añade, el interesante papel que ha desempeñado en la lucha para contrarrestar loe efectos de Covid-19.  Y no solo como como responsable de las tareas, sino, como actor activo de las brigadas de sanitización, fomento a la concientización, y difusión en puntos clave de acceso, en el que la movilidad generó más capacidad de concentración de la sociedad. Entre ellos, mercados, entradas y salidas de Apatzingán, con una estrategia estricta de trabajo incesante.
Pero quizá, lo que más me dejó sorprendido, es que tiene tiempo para visitar las obras; viajar, elaborar recorridos, atender el tema municipal, dar posicionamientos en la prensa, entre otros; ¿cómo lo hace?, no lo sé, pero se nota que el entusiasmo y dinamismo, son parte fundamental del motor que lo impulsó a realizar todas estas acciones. Fiel a este estilo, no tengo la menor duda de que estamos hablando en términos políticos, del mejor presidente municipal que ha tenido Apatzingán, a pesar, de que navega a la mitad de su gestión. Entonces, el escenario es muy prometedor.

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